sábado, 7 de marzo de 2020
Consejos

Antes de comprar: visita varias veces

Cuando ves algo que te gusta, lo más recomendable es tomarte el tiempo necesario para verificar que todo está realmente bien. Fijarse en los detalles, consultar con especialistas el funcionamiento de tuberías y electricidad, comprobar la estructura de la vivienda y constatar que todo funciona correctamente.

1.- Haz todas las visitas que puedas

Parece mentira, pero esa casa, en la que muchos esperan vivir el resto de su vida y por la que estarán en deuda con una entidad bancaria unos cuantos lustros, la comprarán tras visitarla dos o tres veces –en el caso de que ya esté construida–.

El tiempo que pasarán en ella antes de tomar la decisión no superará, probablemente, las diez horas. Aunque sean más, siempre será una cifra ridícula si se compara con el tiempo que muchas veces se dedica a adquirir un teléfono, un coche y hasta un vestido o un traje para una ocasión especial.

Por eso a nuestros clientes les aconsejamos  ir de la mano de profesionales. “Una visita de rutina puede durar 20 minutos, si llega. Por eso recomendamos ir con un electricista y un fontanero para que miren con detenimiento los temas relacionados con sus competencias. En tantos años como asesores inmobiliarios no hemos topado con sorpresas desagradables. Por ejemplo, al usar la ducha el primer día, salió una humedad que estaba camuflada con una capa de pintura”.

2.- Ir acompañado te puede ser muy útil.

Como cuatro ojos ven más que dos también cree conveniente “ir con los padres o con personas con experiencia, si eres joven y te enfrentas a tu primera casa, porque sus consejos siempre serán buenos”. Lo que hizo también fue dar vueltas por el barrio/zona a horas distintas y en días distintos para ver “el rollo del barrio”.

3.- La Casa por dentro y por fuera.

No sólo compramos el interior, también el envoltorio. En el caso de un unifamiliar es obvio que el examen de una vivienda debe abarcar su perímetro exterior, los límites de la propiedad, el tejado, el patio... En el caso de una vivienda colectiva, la operación debe incluir desde la fachada del edificio, el ascensor, los rellanos y todo aquello que pueda permitir intuir futuras derramas... y rebajas en el precio.

4.- De día y en la hora adecuada

En función de si la vivienda a examen se encuentra en una zona comercial, residencial o de ocio conviene visitarla en el momento del día con más 'ambiente' para evaluar su influencia en el valor de la casa. Muchas viviendas se suelen enseñar a primera hora de la tarde, en fin de semana o en verano de forma que es imposible valorar aspectos como el tráfico, el ruido de ambiente, o la actividad comercial de la zona.

5.- Todo en perfecto estado

Asimismo, hay que fijarse "en que todo se encuentra en perfecto estado: sin defectos de acabado suelo, puertas, persianas, cercos, techos...-, sin humedades ni goteras y que cuenta con el suministro de luz y agua correspondiente

6.- Esas preguntas incómodas

Tanto si la visita se realiza en compañía del propietario como del agente inmobiliario no hay que dejar de preguntar -sin ambages- lo siguiente: ¿por qué se vende la casa? ¿cuánto tiempo lleva a la venta? ¿cuántas veces ha sido visitada? ¿cuántas personas vivían aquí antes? ¿cuántos vecinos tiene el edificio (o la urbanización)? ¿cómo es el tráfico en la zona? ¿cuál es el momento más ruidoso del día? ¿Alguna vez han robado en el edificio? ¿cuál fue la última derrama? ¿cuándo fue reformada? ¿la casa tiene alguna carga? Algunos expertos recomiendan preguntar si la vivienda tiene ruidos, pues cualquier ruido desconocido que aprecie el anterior propietario puede provenir de un fallo de construcción o una avería.

Así que cuando quieras comprar una casa, tómate las visitas muy en serio.